Todos saben el problema que hemos tenido en el sur del país con la caída de cenizas sobre las ciudades, como consecuencia de la erupción del volcán Puyehue el pasado 4 de junio. La gravedad de lo acontecido se puede tranquilamente resumir con el dato de que las cenizas llegaron a Nueva Zelanda.
Desde ya, este material cayó sobre los campos de golf de la zona, básicamente en Bariloche, Villa La Angostura, Neuquén, San Martín de los Andes, el valle de Río Negro, por sólo citar a las más afectadas.
Debido al vínculo directo que tenemos en Chapelco Golf Club con la empresa Nicklaus Design, me puse en contacto con ellos para ver qué ayuda podían ofrecerme, en base a la experiencia vivida en otros lugares. Me contestó rápidamente Jon Scott, Vice Presidente de Servicios Agronómicos de la empresa, quien me dijo que lamentablemente (o por suerte, según cómo se lo quiera ver), no tenía muchos casos registrados con este problema.
De todas formas, Jon se movió mucho entre colegas en USA y en otros países y me entregó una buena cantidad de material muy interesante que quisiera compartir en este Blog. Dado que fueron muchos los artículos, creí conveniente poner dos que hablan específicamente del daño de las cenizas en una cancha de golf. Esto con la esperanza de que ninguno de nosotros tenga que usarlo alguna vez. Les aseguro que no se lo deseo a nadie.
Para finalizar, aprovecho este espacio para hacer público mi agradecimiento a Jon Scott y a todo su equipo de Nicklaus Design.
Desde ya, este material cayó sobre los campos de golf de la zona, básicamente en Bariloche, Villa La Angostura, Neuquén, San Martín de los Andes, el valle de Río Negro, por sólo citar a las más afectadas.
Debido al vínculo directo que tenemos en Chapelco Golf Club con la empresa Nicklaus Design, me puse en contacto con ellos para ver qué ayuda podían ofrecerme, en base a la experiencia vivida en otros lugares. Me contestó rápidamente Jon Scott, Vice Presidente de Servicios Agronómicos de la empresa, quien me dijo que lamentablemente (o por suerte, según cómo se lo quiera ver), no tenía muchos casos registrados con este problema.
De todas formas, Jon se movió mucho entre colegas en USA y en otros países y me entregó una buena cantidad de material muy interesante que quisiera compartir en este Blog. Dado que fueron muchos los artículos, creí conveniente poner dos que hablan específicamente del daño de las cenizas en una cancha de golf. Esto con la esperanza de que ninguno de nosotros tenga que usarlo alguna vez. Les aseguro que no se lo deseo a nadie.
Para finalizar, aprovecho este espacio para hacer público mi agradecimiento a Jon Scott y a todo su equipo de Nicklaus Design.
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